Con el grupo C de 3ºEDI de Florida Universitària hemos realizado un mini-proyecto titulado LA PROPORCIÓN IMPERFECTA. Todo empezó con una visita a la exposición ¿Cuál es nuestro hogar? del IVAM que l@s alumn@s realizaron al IVAM desde la asignatura de arte. 

En clase de educación física nos centramos en la obra Sensa titolo (Triplo igloo) de Mario Merz. En la obra el artista trabaja con las formas arquitectónicas, en este caso metaforizando un hogar que no solo sirve para refugiarse físicamente sino también como un espacio mental. En la escultura podemos observar la secuencia de Fibonacci hechos con neón y colocados sobre el cristal.

Sensa titolo (Triplo igloo) 1984-2002 de Mario Merz (IVAM, Valencia, 2020). Fotografía: Irene López

En la siguiente sesión empezamos la clase haciendo una lluvia de ideas en torno a la obra de Sensa titolo. La lluvia de ideas nos servía para ir elaborando un mapa conceptual digital, utilizando Padlet.  Posteriormente los conceptos los organizamos en 4 categorías (Sensaciones, matemáticas, películas y formas). A partir de estos conceptos decidí plantear una actividad en expresión corporal a partir de FIbonnacci, uno de los conceptos que emergió en la conversación con l@s estudiantes. Es importante que cuando utilizamos esta metodología evitemos empezar con aspectos abstractos como son las sensaciones y las emociones, para centrarnos a aspectos que nos acercan al currículum. Lo emocional lo trabajaremos transversalmente. 

Pedí a l@s estudiantes que buscaran información sobre qué era la secuencia de Fibonnaci, el hombre de Vitruvio y el «modulor» de Le Corbusier. ¿Qué relación había entre estos conceptos? A partir de estas informaciones tenían que hacer dos tareas: 

-Grabar-se con su móvil para responder a la siguiente pregunta: «Si tuvieras que cambiar alguna parte de tu cuerpo, ¿cuál sería?

– Dibujar su hombre/mujer de Vitruvio incorporando los cambios que habían especificado en el vídeo. Por ejemplo, si quiero que mis piernas sean más largas, haré mi Vitruvi con piernas largas. 

Después de realizar las tareas del vitruvio y el vídeo nos encontramos en clase. Allí compartimos lo que habíamos aprendido en la anterior actividad. Empezamos por Fibonacci. La Secuencia De Fibonacci, es una sucesión de números que, sin explicación, y para muchos de forma misteriosa, suele aparecer en diferentes aspectos de la naturaleza. Dicha secuencia fue definida hacia fines del siglo XII precisamente por el italiano Leonardo Fibonacci. En lo que hace a lo matemático la secuencia es infinita, y se inicia en 0 y 1. Los números subsiguientes corresponde siempre a la suma de los dos números anteriores. Por lo que, después de 0 y 1, aparecen 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144. etc. Si convertimos los números en cuadrados, los ubicamos y nos permite trazar un espiral perfecto, el que aparece en organismos vivos así como los términos de la frecuencia permiten definir a la “proporción áurea”, utilizada en el arte y arquitectura, en especial a nivel visual por su atractivo. El número áureo, es también denominado número de oro o divina proporción*

Relacionamos los primeros números de la secuencia con los que aparecían en la obra de arte del IVAM y nos quedamos con el concepto de BELLEZA, el cual relacionamos con el Hombre de Vitruvio.

El Hombre de Vitruvio no fue creado por Da Vinci, pero encontraron un dibujo del vitruvio que se hizo famoso y erróneamente algunos/as lo asociaron con su autoría. Junto al dibujo, Da Vinci dejó las siguientes notas sobre el hombre de vitruvio:

Una palma equivale al ancho de cuatro dedos. 

Un pie equivale al ancho de cuatro palmas. 

Un antebrazo equivale al ancho de seis palmas. 

La altura de un hombre son cuatro antebrazos. 

Un paso es igual a un antebrazo. 

La longitud de los brazos extendidos (envergadura) de un hombre es igual a su altura. 

La distancia entre el nacimiento del pelo y la barbilla es un décimo de la altura de un hombre. 

La altura de la cabeza hasta la barbilla es un octavo de la altura de un hombre. 

La distancia entre el nacimiento del pelo a la parte superior del pecho es un séptimo de la altura de un hombre. 

La altura de la cabeza hasta el final de las costillas es un cuarto de la altura de un hombre. 

La anchura máxima de los hombros es un cuarto de la altura de un hombre. 

La distancia del codo al extremo de la mano es un quinto de la altura de un hombre. 

La distancia del codo a la axila es un octavo de la altura de un hombre. 

La longitud de la mano es un décimo de la altura de un hombre. 

La distancia de la barbilla a la nariz es un tercio de la longitud de la cara. 

La distancia entre el nacimiento del pelo y las cejas es un tercio de la longitud de la cara. 

La altura de la oreja es un tercio de la longitud de la cara. 

La distancia desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla es la cuarta parte del hombre. 

La distancia desde debajo de la rodilla hasta el inicio de los genitales es la cuarta parte del hombre. 

El inicio de los genitales marca la mitad de la altura del hombre.

Imprimí la lista que Da Vinci había hecho a partir del hombre de Vitruvio y se la di al alumnado. Cada uno de ellos tenía que explorar las proporciones de su cuerpo para evidenciar si lo que escribió Da Vinci era cierto o no y también buscar otras proporciones. Lo hicimos con música de fondo y trabajando la expresión corporal:

En la siguiente sesión relacionamos el trabajo de Da Vinci con Le Corbusier. En 1948, el arquitecto Charles-Édouard Jeanneret-Gris –mejor conocido como Le Corbusier–, lanzó una de sus publicaciones más famosas titulada El modulor, seguido por El modulor 2 (1953). En estos textos, Le Corbusier dio a conocer su aporte a la investigación que tanto Vitrubio como Da Vinci y Leon Battista Alberti habían comenzado en un esfuerzo por encontrar la relación matemática de las medidas del hombre con la naturaleza. El modulor surge a partir de estos cambios representando la inquietud de la mente obsesiva de Le Corbusier por devolverle la armonía a los espacios con respecto al cuerpo humano; representa un paso más para vincular el cuerpo con el mundo de la arquitectura y es lo que detonó diversas investigaciones que han hecho a arquitectos asentir o disentir con dichas teorías.*A partir de estas informaciones l@s alumn@s tenían que ir por el campus haciendo fotografías donde se relacionaran las proporciones de su cuerpo con las arquitecturas del espacio, lo cual se relacionaba con la actividad de la sesión anterior.

Las actividades anteriores nos permitieron trabajar en torno al concepto de BELLEZA y conversamos sobre las siguientes preguntas:

– ¿Cuál es nuestro ideal de belleza?

– ¿Cómo se sentiría una persona con una malformación congénita al ver el ideal de belleza de Vitruvi? ¿Y una mujer?

– ¿Qué es la perfección? ¿Existe?

– ¿Como vemos nuestro cuerpo? ¿Qué imposiciones sociales hay en los vídeos que realizamos sobre aquellos aspectos que cambiaríamos de nuestro cuerpo?

A partir de estas preguntas l@s alumn@s tenían que hacer 3 tareas: 

– Tarea 1: Ver estos dos vídeos:

Tarea 2. Realizar un videoarte o una fotografía para buscar la belleza de aquellas partes que queríamos cambiar de nuestro cuerpo cuando realizaron el primer vitruvio.

Imagen que contiene pequeño, cuarto, tabla, área

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Tarea 3. Hacer fotografías de los ideales de belleza que encuentran en su día a día.

Imagen que contiene foto, diferente, grupo, diversos

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Para finalizar, l@s alumn@s tenían que exponer en un foro lo que habían aprendido con esta actividad. A continuación, se exponen algunos de sus comentarios:

«Hay que destacar, tal y como dijimos en clase, el Vitruvi hace referencia a cómo debe ser el hombre perfecto. En cambio, no hay un Vitruvi femenino. Además, este ideal no tiene en cuenta, como muestra el vídeo «Maniquíes con discapacidad visten escaparates de Suiza», que hay personas con malformaciones o discapacidades que no se pueden ver reflejadas en estos modelos, lo que puede afectar al autoestima de estas sintiéndose rechazadas por la sociedad, cuando no debería ser así. Como conclusión, me he dado cuenta que nos tenemos que aceptar tal y como somos porque todos los cuerpos son distintos y por ello todos son perfectos. Además, al haber expresado mis complejos delante de mis compañeros, ha hecho que me sienta más segura de mí misma y darme cuenta que tengo otras características positivas que se sobreponen a mis defectos.»

«A través de esta actividad, me di cuenta que nuestra sociedad marca mucho un estereotipo en concreto, que lo podemos encontrar en nuestro día a día ya sea en las tiendas de ropa donde vamos a comprar, donde los maniquíes son esbeltos, anuncios televisivos o pancartas puestas en las paradas de autobús donde solo salen mujeres muy delgadas, etc. Esto puede causar grandes complejos en las personas y más si se trata de personas con algún tipo de discapacidad. Por último, me llamó mucho la atención que no haya una mujer Vitruvi, que el hombre sea sinónimo de la perfección absoluta y que a la mujer no se le nombre en ese aspecto. Todos somos perfectos a nuestra manera, con nuestros defectos y virtudes.»

«Sin embargo, pienso que en cierta forma, las medidas o comparaciones entre las partes de nuestro cuerpo están bien estudiadas en muchas ocasiones tiene su certeza, tal y como se comprobó en las clases de la asignatura. Por este motivo, conforme iba investigando mi cuerpo, me surgió un conflicto entre mi reflexión junto a mi exploración y la comprobación de la teoría de Leonardo da Vinci, la cual resolví concluyendo que es una guía con variables, aunque se podrán llevar a cabo modificaciones.»

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