El pasado miércoles día 10 realicé una formación en la escuela El Bosc de la Pabordia (Girona) sobre ambientes de aprendizaje entorno el arte contemporáneo vinculados a los proyectos. Primero de todo quiero agradecer a la escuela que me haya invitado para hacer la formación. La verdad que es que sido una experiencia muy enriquecedora. He conocido una escuela acogedora, implicada, con buen@s maestr@s, y, a mi parecer, muy potente educativamente. ¡Un gran descobriment!
En las semanas anteriores a la formación el artista Joan Mateu cedió uno de sus cuadros a la escuela. Esta obra fue pasando por todas las clases (desde infantil hasta primaria) y cada un@ de l@s tutor@s preguntaba a sus alumn@s “Qué observaban en el cuadro”. Los comentarios de éstos se iban anotando en la pizarra, de tal forma que al finalizar la clase teníamos un “brainstorming” hecho.
Para la formación pedí a l@s maestr@s que trajeran un papel con todas las ideas que habían dicho los niñ@s, para así partir de su propia voz y aprender como podemos seguir con el aprendizaje a partir de sus voces.
Después de una primera conceptualización teórica sobre ambientes de aprendizaje, empezamos la parte práctica. Comentamos inicialmente la actividad de recopilar las voces de nuestr@s alumn@s. Alguna de las maestras hizo comentarios interesantes como el siguiente:
Al acabar nuestros ambientes de aprendizaje sintetizamos las ideas para concretar unas orientaciones sobre cómo interactuamos con los ambientes para “provocar” a nuestr@s estudiantes. A partir del juego que se genere en el ambiente debemos crear un espacio final de reflexión donde debemos de tener la capacidad de generar conflictos/preguntas para seguir con nuestro proceso de aprendizaje. Por ejemplo, en un ambiente de aprendizaje creado con plumas, arena y un cuenco, un alumno podría decirnos que ha estado jugando a soplar las plumas sin que cayesen al suelo, y nosotros le podríamos preguntar: “Por qué la pluma tarda más en caer al suelo que el cuenco?”. Esto sería a posteriori, pero puede ser que l@s propi@s alumn@s generen las preguntas durante el juego o después, por lo que deberemos estar atent@s a ello.
Estas preguntas o conflictos las incorporamos a un mapa conceptual que podemos tener en clase y, en la siguiente sesión, partimos de este concepto para empezar a investigarlo. Podemos realizar actividades experienciales, que conecten con la realidad de los alumnos y sobretodo que fomenten su reflexión a través la lectoescritura y la expresión oral. A partir de aquí entramos en una fase que yo denomino de “FLOW” donde vamos escuchando las voces de l@s alumn@s para ir generando conocimiento. ¡Puede que llegue un momento donde nos encontramos que tenemos que volver a generar un ambiente de aprendizaje… pues adelante!
Después de construir sus ambientes de aprendizaje, hubo algunos grupos que decidieron probarlo con sus alumnos al día siguiente. Probaron con los verdaderos protagonistas todo lo que habíamos aprendido en la formación…
Un ejemplo claro de como los objetos nos llevan a establecer conexiones es el ambiente que realizó la mestra Laia, quien decidió utilizar un binomio con una manta de emergencia y luces.
L@s alumn@s conversando y explorando los objetos lo relacionaron con la situación actual de los refugiados… ya tenemos nuestro hilo para empezar el proyecto…
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“Nosotras vimos como las palabras que nos habían salido realmente abarcaban todo el currículum de tercer curso.”
Una simple obra de arte puede hacernos conectar con la mayoría de los contenidos curriculares, partiendo de la propia voz de los alumnos y desde una perspectiva creativa, reflexiva y crítica, como es el arte contemporáneo. Después de la puesta en común empezamos a trabajar por grupos. Cada grupo tenía que compartir las ideas que habían salido en sus clases y decantarse por una “categoría” o temática común para elaborar un ambiente de aprendizaje. En este proceso nos pueden surgir dudas: ¿El ambiente de aprendizaje tiene que parecerse al cuadro de Joan Mateu? No hace falta. La obra de arte inicial era un estímulo que nos llevaba a iniciar procesos de aprendizaje distintos, conectados con la voz de nuestr@s alumn@s. ¿Qué pasa si yo hago un ambiente de aprendizaje pensando en trabajar el mar y luego no sale este contenido? Precisamente aquí esta la riqueza de los ambientes. Podemos hacerlos con objetos que nos provoquen a trabajar el mar, pero debemos estar atentos a qué nos dicen las voces de los alumnos para abrirnos a otras posibilidades y temáticas, las cuales pueden alejarse o no de lo que habíamos pensado inicialmente. Fueron muy interesantes los ambientes de aprendizaje que se crearon a partir de las voces recopiladas. Aquí os muestro algunos ejemplos: