Desde principios de los años setenta, Rebecca Horn ha estado creando una obra que constituye un flujo cada vez mayor de actuaciones, películas, esculturas, instalaciones espaciales, dibujos y fotografías. La esencia de sus imágenes surge de la tremenda precisión de la funcionalidad física y técnica que utiliza para escenificar sus obras cada vez dentro de un espacio particular. En las primeras interpretaciones, las extensiones del cuerpo, explora el equilibrio entre el cuerpo y el espacio. Extraído de: marthagarzon.com
Hace unas semanas ya trabajamos entorno a la obra de Rebeca Horn (ver aquí) y sus posibilidades para explorar e experimentar con nuestros límites corporales en educación física.
En el ejercicio que presento hoy partimos de su obra titulada “Body harp”.
Como se ve en la imagen la artista convierte el cuerpo en un objeto que es manipulado para que éste pueda explorar nuevas posibilidades de movimiento. Sus trabajos tienen un eje central basado en la exaltación de las posibilidades de movimiento del cuerpo.
Partiendo de su trabajo, con los estudiantes del Grado de Educación Primaria de la Universidad de Valencia aprendemos a trabajar el esquema corporal y el ritmo de formas distintas a las que comúnmente conocemos. En este caso, pido a los estudiantes que se pongan por parejas y utilicen una cinta adhesiva para conectar sus brazos y piernas con las del compañer@.
En un principio, uno de la pareja es quien mueve al otro como si fuese una marioneta. En este caso, la marioneta va diciendo en voz alta cuáles son las partes del cuerpo que esta moviendo, facilitando así el trabajo de la consciencia corporal.
Cuando ya tenemos cogida la dinámica, les pongo distintas música de fondo con ritmos muy distintos. En coordinación con la pareja, tienen que moverse siguiendo el ritmo de la música.
Los estudiantes comentan que la actividad les ha permitido trabajar el esquema corporal de una forma divertida, significativa y distinta a lo que siempre les han enseñado. No obstante, nos advierten que la mayoría de ellos se han fatigado físicamente, ya que, dependiendo del ritmo de la música, ésta requiere y exige mucho movimiento.