Muchas veces en educación física tendimos a agotar los objetos propios de la materia. Esto significa que generalmente utilizamos los objetos siempre de la misma manera y finalidad. Por ejemplo, utilizamos la red para jugar a voleibol, y puede que no nos hayamos planteado otras posibilidades de uso a parte de la función para la cual fue creada.
Hoy con mis estudiantes les he planteado un artefacto no habitual creado simplemente con unas picas e hilo de tela. Esta idea me vino de la experiencia que viví cuando participé en el comisariado de la exposición de la artista japonesa Chiharu Shiota en la Fundació Sorigué de Lleida el año 2015 (Podéis ver el vídeo de creación aquí). Con lanas negras íbamos creando un rizoma por toda la sala de exposición, donde se iban colgando distintas piedras, creando así un mensaje y una estética potente.
Con esta idea planteé el cubo que os mencionaba anteriormente. Pedí a l@s alumn@s que se organizaran en dos grupos. Cada grupo tenía que plantear un juego a partir del cubo. No suelo poner condiciones a la hora de reinventar los juegos, pero en este caso les pedí que el juego tenía que ser competitivo entre 2 o más equipos, utilizar una o más pelotas y jugar a una resistencia de entre 50-60%.
Uno de los equipos creó el “Futcubito”, una adaptación a partir del futbol. Consistía en que tenían que realizar un pase al cubo y cuando la pelota tocaba el cubo podían ir a dos porterías colocadas al revés para marcar gol. Si marcaban gol era 1 punto. También tenían la opción de tocar el cubo y luego intentar introducir la pelota dentro del cubo. Si se quedaba dentro, contaba 2 puntos. Iba un responsable de cada equipo que iba arrastrando el cubo por el campo dificultando el gol al equipo contrario. Cada 2 minutos cambiaban el responsable del cubo.
El otro equipo creó un juego que se jugaba con la mano. El cubo únicamente se movía por el espacio exterior del campo de basket. Éste lo llevaba un@ de los jugador@s de uno de los equipos. Cada 1 minuto, se cambiaba el jugador por uno del otro equipo. En el interior había los dos equipos que iban pasándose la pelota intentando no perderla. Cada uno de los equipos de dentro del campo tenía que lanzar la pelota al cubo intentando tocarlo e intentar que la pelota quedara dentro del cubo.